El concepto de la “inteligencia emocional” está cobrando cada vez mayor importancia en diferentes ámbitos, tanto en el del desarrollo personal como en el del profesional, desde la publicación del libro de Goleman con el mismo nombre. En este artículo trato sobre la inteligencia emocional y de las habilidades que la componen, así como del papel que puede jugar la PNL en su desarrollo como disciplina del modelado de habilidades y de exploración de la experiencia subjetiva.

La inteligencia emocional es un conjunto de habilidades que contribuyen a la disposición de la capacidad para conseguir que nuestras reacciones ante determinadas situaciones nos permitan la mejor adaptación posible a nuestro entorno y con ello aumentar nuestras posibilidades de supervivencia y, por lo tanto, de éxito. La inteligencia emocional es un concepto que incluye el conjunto de habilidades que tienen esta finalidad. La PNL, como técnica de modelado de habilidades, ofrece estructura, modelos y técnicas para su desarrollo.

La competencia emocional la concretaría en cuatro habilidades básicas, combinando dos factores: el ámbito y el tipo de actividad. Según el ámbito pueden ser intrapersonales o interpersonales. Según el tipo de actividad, de conocimiento o de control. Así, combinándolos tenemos: Habilidad para el conocimiento intrapersonal, habilidad para el conocimiento interpersonal, habilidad para el control intrapersonal y habilidad para el control interpersonal de las emociones. La habilidad de conocimiento, tanto a nivel intra como interpersonal, implica la identificación de la emoción en cada uno de sus componentes, y su comprensión de su configuración. La hablidad de control, igualmente tanto a nivel intra como interpersonal, implica la habilidad para neutralizar o cambiar, ya sea intensificando o mitigando, las emociones. Como resultado de todo ello tendremos un mejor control de las emociones, actuando sobre nuestro temperamento y mejorando nuestra motivación, así como una mejora en nuestra competencia social para poder ayudar a los demás.

Una emoción tiene una estructura de tres niveles: mental, neurofisiológico y expresivo. La PNL focaliza su atención sobre estos tres aspectos, sobre los programas, la neurología y los comportamientos, entre ellos el lenguaje. La PNL, como disciplina de modelado, permite el análisis y el aprendizaje de aquellas habilidades relacionadas con el control emocional. Como disciplina para el estudio de la experiencia subjetiva, ofrece estructuras, modelos y técnicas, así como sus propios principios, para la identificación de las emociones y su comprensión.

Algunos de estos elementos son: el principio de intención positiva del comportamiento, las submodalidades, los metamodelos del lenguaje, los metaprogramas, la sintáxis somática y las técnicas de sintonización, entre otras. El principio de intención positiva permite comprender la función de la emoción e iniciar un adecuado camino para aceptarla y cambiarla adecuadamente. Los anclajes nos permiten entender algunos desencadenantes de las emociones. El análisis de las submodalidades permite la diferenciación de su proceso, así como su modificación. El metamodelo permite un análisis del contenido del diálogo interno y de los patrones que configuran determinadas estrategias mentales que las provocan, así como la posibilidad de cambiarlo. Del mismo modo, el conocimiento de los metaprogramas permite añadir nuevas formas de comprensión de esos patrones. La sintaxis somática permite explorar e intervenir en la vinculación de los comportamientos con las estrategias mentales. Las habilidades relacionadas con la sintonía, en cualquier nivel, posibiitan unos comportamientos más eficaces en nuestras relaciones de ayuda.

El conocimiento de las emociones, tanto propias como ajenas, estaría dentro del desarrollo de la habilidad básica de calibración, con la identificación de los cambios o de la forma de manifestarse las emociones. En este sentido, podríamos calibrar, es decir, percibir las diferencias, entre cada una de las emociones, de su intensidad y de cómo evolucionan en el tiempo, así como de su manifestación en estimulos en principio similares. También podemos conocer las emociones investigando sobre las diferencias en su proceso, analizando las submodalidades, dentro de nuestra mente o en la de los demás. También, el análisis del diálogo interno, como otro componente del contenido de algunas emociones, a través de los modelos lingüísticos, nos pueden permitir encontrar pautas que pueden dar interesante información sobre las emociones. Así pues, PNL e inteligencia emocional son dos conceptos claramente vinculados. La inteligencia emocional es un interesante modelo sobre una parte del comportamiento humano. La PNL es una disciplina orientada al conocimiento de la experiencia subjetiva, lo cual estaría vinculado con las habilidades de conocimiento de las emociones, y al modelado de habilidades, lo cual estaría relacionado con el control de las emociones.

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